Es ese tipo de película de la que casi todo el mundo dice que es mala pero que luego resulta ser un superventas. Es decir, muy "mala" pero "me la compro rápido, en steelbook y de salida, claro".
Parece una especie de placer culpable: gustar, gusta, por supuesto. Pero pocos admiten abiertamente que les ha encantado.
A mí me gustó. La fui a ver dos veces al cine. Es D. Johnson repartiendo a diestra y siniestra. No necesito mucho más. Antes de verla ya sabía que me iba a gustar. Además es mi género de cine preferido: palos, tiros y acción con argumento mínimo y sin complicaciones. Cine palomitero, que solemos decir.
Ya tengo el steelbook 4K reservado, naturalmente.
Y por si todo eso no fuese suficiente, en Amazon España la edición UHD aramray figura en el nº1 de los más deseados en el momento de escribir estas líneas.
Y sin embargo, es muy "mala".
Ojo, que no digo que objetivamente hablando no lo sea (yo de crítica de cine 0 patatero). Lo que me llama la atención, y no es la primera vez, es la distancia infinita que hay entre la crítica y las ventas; entre el "esta película es malísima" y el "vendidas casi todas las unidades antes de salir".
Cada vez tengo más claro que si se habla mucho de una película, aunque sea para mal o incluso sobre todo si es para mal, el éxito en ventas está asegurado. Y ya si es The Rock el protagonista, ni os cuento. Todo el mundo quiere tener esa película que es tan "mala".