A medida que avanzan los estudios genéticos y antropológicos, una lectura literal del Génesis se hace cada vez más dificil, por lo menos para los cristianos intelectuales. Ha trascendido a los medios el hecho de que cada vez más intelectuales evangélicos creen que la historicidad de Adán y Eva no es sostenible a la luz de los descubrimientos científicos.
Uno de los que han manifestado sus dudas con respecto a la historicidad del relato del Génesis es Daniel Harlow, profesor de religión en Calvin College en Michigan EEUU, autor de varios artículos donde expone sus razones. En uno de sus últimos artículos, afirma:
"Las investigaciones en biología molecular indican que la diversidad genética de la población humana actual no puede ser rastreada a una sola pareja que vivió en Mesopotamia unos miles de años atrás. Los modelos matemáticos más confiables sugieren, en cambio, que los ancestros de todos los Homo Sapiens modernos fueron parte de una población de unos diez mil individuos que se cruzaban y que eran parte de una población más grande que vivió en África unos 150 mil años atrás. Esta evidencia genética corrobora la evidencia fósil en cuanto a la fecha y localización de los primeros seres humanos anatómicamente modernos".
Dennis Venema, otro intelectual cristiano que tiene un doctorado en biología de la Universidad de British Columbia, apoya esta opinión, y agrega, refiriéndose a la posibilidad de que todos los seres humanos desendamos de una sola pareja que habría vivido seis o diez mil años atrás:
"Tendrías que proponer que ha habido este ritmo de mutaciones absolutamente astronómico que ha producido todas estas nuevas variantes en un período de tiempo increíblemente corto. Ese tipo de ritmo de mutaciones sencillamente no son posibles. Harían que nos extinguiéramos".
La estrecha relación entre la caída de Adán y el sacrificio de Cristo está expuesta claramente en la epístola paulina a los romanos, en particular el capítulo 5. El problema que plantea criticar la historicidad de Adán y Eva es que deja al sacrificio de Cristo sin propósito. El apóstol Pablo lo resume de la siguiente manera:
"Por tanto, así como una sola transgresión causó la condenación de todos, también un solo acto de justicia produjo la justificación que da vida a todos. Porque así como por la desobediencia de uno solo muchos fueron constituidos pecadores, también por la obediencia de uno solo muchos serán constituidos justos".
Es por esta razón que no pocos cristianos tienen mucha dificultad en aceptar la teoría de la evolución. Porque si Adán no pecó, ¿por qué los seres humanos estamos condenados y necesitamos de la redención de Cristo? Si no hay un Paraíso perdido, ¿qué ganó entonces Cristo en la cruz? Si el hombre desciende de primates, entonces no hubio caída moral.
Harlow, por su parte, no contempla otro camino que una revisión de la postura de los evangélicos ortodoxos:
"Este problema es inevitable, o los evangélicos lo enfrentan o entierran la cabeza, y si hacen esto, perderán el poco crédito y respeto intelectual que tengan".
(Fuente: http://www.feyrazon.com/?p=294 )