Mañana toca ir al cine a ver "The Last Jedi" en 3D, así que como es habitual el día anterior, hoy ha tocado repaso a su precuela, film que arrasó literalmente en EE.UU. colocándose como la película más taquillera de todos los tiempos, superando a Avatar, y tercera a nivel mundial pisándole los pies a nada más y nada menos que Titanic.
Star Wars: El despertar de la Fuerza

Tras verla, me vienen a la cabeza un cúmulo de palabras o sensaciones: Excelente, fascinante, delicado, exquisito... y no es para menos. Cuenta con
uno de los mejores 3D que pueden disfrutarse a día de hoy.
- Volumen. Primeros planos que sobresalen del marco del televisor son su santo y seña. Es increíble el nivel que se ha alcanzado a la hora de realizar la conversión 2D/3D a una película. Lo que antes era un impedimento ahora es una virtud. No hay excusas. Solo es necesario aplicar el mimo necesario para dejarnos con la boca abierta. Sensación constante de tridimensionalidad que en determinados momentos nos dejan totalmente maravillados.
- Profundidad. Cuando George Lucas en 1977 se sacó de la manga esa introducción tan característica con aquel "Son tiempos de Guerra Civil. Naves Rebeldes han atacado..." perdiéndose en el infinito de la galaxia, todo ello acompañado con la banda sonora de John Williams sonando a todo trapo, cualquiera podría pensar que tenía en mente una futura segunda venida del 3D. Hay momentos de la película que son de absoluta referencia. Por citar algunos, cuando Rey hace apto de presencia por primera vez buscando piezas o chatarra para su posterior mercadeo o cuando intenta escapar de la nave rebelde y se mete en un compartimento (escena que me recordó muchísimo a la secuencia de Avatar cuando llegan al planeta y salen del estado de hibernación)... y no solo eso, J.J. Abrams posiciona la cámara en todo momento en el lugar adecuado (tomas a ras de suelo, pasillos de las distintas naves, tomas aéreas que revelan un efecto ventana alucinante, todas las escenas de acción en el espacio, esos "agujeros de gusano" cuando viajan a la velocidad de la luz...). No se puede pedir más.
- Diferenciación entre planos. Un 3D nunca podría calificarse como excelente si falla en este apartado y este no es el caso. No solo el director se pone cámara al hombro para filmar una determinada conversación entre dos sujetos situados en el eje "z" alternando entre uno y otro, sino que se puede apreciar esa sensación de lejanía y enfoque en muchas secuencias relativas a las dunas del desierto, puestos del mercado, compuertas desperdigadas a lo largo de un pasillo, sujetos presentes en la cantina, mar de árboles en esos parajes boscosos...
- Pop-ups. Los que me conocéis sabréis que para mí este punto es el menos relevante a la hora de dar una nota, pero lo cierto es que personalmente me ha gustado. Desde luego que aquí no nos vamos a encontrar ese festín de objetos/cosas que salen hacia fuera de la pantalla al nivel de "Ga'Hoole: La leyenda de los guardianes" o la más reciente "La Bella y la Bestia" (2017) pero los pocos que hay cumplen sobradamente y sobre todo uno, un destructor estelar que recuerda mucho al mero de "Under the Sea". No digo más. El resto son armas, chispas, alguna que otra pantalla holográfica de una nave y algo que me gustaría destacar, esos copos de nieve magníficamente recreados.
Entrando en aspectos técnicos, la película dispone de bandas negras arriba/abajo consecuencia de contar con una
relación de aspecto 2.40:1, restando la consabida inmersión. Es una pena que no hayan incluido las escenas
IMAX al formato doméstico o por lo menos añadido ese efecto tan conseguido denominado "
IMAX 3D Frame Break" (una imagen vale más que mil palabras. *Captura ejemplo de la entrañable "La vida de Pi"):
En cuanto a presencia o no de
crosstalk (contornos dobles en según qué situaciones de relativa luminosidad) noté muy levemente algún reflejo proveniente de la empuñadura del sable láser de Luke que daba cierta sensación de imagen contrapuesta en una determinada escena con poca luz, pero lo dicho, la calidad de imagen es perfecta. Es de esas películas que se ven tan increíblemente bien en 3D que parece una película UHD.
Si eres de aquellos que no tiene esta película en 3D en tu colección, sal corriendo a comprarla. Va uno o dos pasos más allá. Para mí Disney se puede ahorrar la versión 4K, 8K o las 7 maravillas. Me quedo con la 3D.
Mi nota:
Star Wars: El despertar de la Fuerza -
4,85
****-