Cita Iniciado por Mo Cuishle
Oye, yo adoro este hombre, pero no paro de oír a gente que la ha visto en previos y también le ama decir que es un absoluto fracaso artístico...

¿Alguien sabe algo?
La gente lo que va al cine es pensando ver "Million Dollar Baby 2" o la película bélica definitiva, y se encuentra con que de bélico lo justo, de japoneses tres planos, y a un Eastwood melancólico y hacia el final un tanto romántico, casi evocando al Malick de "La delgada línea roja". Por lo demás, una estructura que puede descolocar a más de uno, en base a encadenar "flashbacks" con acontecimientos presentes; una ideología ambigua que no condena la guerra (tampoco es lo que le interesa a Clint, eso es algo la película destila implícitamente), y unas batallas rodadas con un minimalismo atroz, cuya única comparación con "Salvar al soldado Ryan" radica en los cuerpos destrozados, porque a Eastwood (a diferencia de Spielberg, y mira que me gusta) no le interesa desplegar virtuosos movimientos de cámara ni grandes plano-secuencia; a Eastwood le interesan las consecuencias de los disparos y las balas, no las balas y los disparos en sí.

A mi me pareció una película grande, con un Eastwood más cercano que nunca a John Ford (hay ecos de "El hombre que mató a Liberty Valance) e incluso al Samuel Fuller de "Uno rojo: división de choque" , eso sí, sin la pulsión sanguínea de este último. "Banderas de nuestros padres" es un film más reposado, donde Eastwood más que contar una historia, se atreve a cuestionar la Historia. Obviamente habrá opiniones de muchos tipos, y creo que decepcionará más que sorprenderá porque con el material que hay, todos esperan una obra maestra (que en el futuro, seguró que se convertirá). Pero, para mí, Eastwood está ya por encima del bien y del mal, no tiene que demostrar nada, ya lo ha demostrado todo. Aprovechemos que sigue vivo, que tiene ganas de seguir rodando, seamos conscientes de que compartimos los últimos alientos de un genio. Vayamos a ver la película, y simplemente disfrutemosla como lo que es: uno de los últimos testimonios de un maestro.

Por cierto, una vez más, la dirección se impone al guión de Haggis.

Saludos