Aprovechando mi estancia en Chicago, he ido a ver la película en cuestión. Mi conclusión: un TRUÑO. Para quien no le interese la historia de la famosa foto en la guerra contra Japón, esta peli no le va a decir nada. Lo único, y repito, lo único bueno que tiene esta película es que tiene unas escenas bélicas que son, como mínimo, tan buenas como las de Salvar al soldado Ryan. ¡Y ya es decir!. Pero eso no salva al resto del conjunto: una falta de ritmo completamente insoportable, una parte final tediosa y aburridisima, y actuaciones planas (como la de Ryan Philippe durante todo el film: una mezcla de expresividad entre Keanu Reeves y Espinete). La fotografía, el sonido y los efectos especiales… de lujo, oiga. El resto, absolutamente olvidable. Y se me había olvidado lo aburridísima que es la música que le mete este hombre a sus películas. Casi me duermo. Ni el guión de Paul Haggis de nuevo con Eastwood salvan este panfleto patriótico y antibelicista (una vez más) pese a su buena factura técnica. La narrativa, la de siempre: el viejo moribundo que de repente recuerda su juventud a través de los ojos de su hijo y blablabla… para que al final haya epílogo de esos memorables con voz en off. ¡Joooder, que ya lo hemos visto mil veces, hombre!.

Sinceramente, esta película no me ha aportado absolutamente nada que no haya visto antes. Como ya he dicho, me quedo con las escenas bélicas y punto.

Un abrazo.