Ya sabemos que no trabajas con Howard desde After Earth. Lo que queremos saber es por que, Manoj.
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Ya sabemos que no trabajas con Howard desde After Earth. Lo que queremos saber es por que, Manoj.
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"There’s this misconception these days that a thematic score means a dated-sounding score. This, of course, is a cop out. There’s no reason to throw the baby out with the bathwater. The art of composing modern scores is the having the skill set to keep motifs alive while being relevant. But too many times, newer composers have no idea what fully developed themes are because they grew up on scores that are nothing more than ostinatos and “buahs.”
John Ottman.
Mira que me cuesta adentrarme en el mundo de las bandas sonoras... Los comentarios de esa entrevista me suenan un poco a lo que dicen los futbolistas en ruedas de prensa
Hoy he visto From Caligari to Hitler. Y no sé que música clásica había de fondo, pero me ha impactado lo extremadamente emotiva que era. Es música que escucharía en cualquier momento. Alguno de vosotros puede identificar quienes son los autores de la "banda sonora"?
También acabo de ver La misión. Después de tanto esperar... POR FIN! Me gustado mucho. En esta película en concreto la música es casi el tema principal, ya que es así como convierten a los salvajes. Ennio Morricone está sembrado, porque mezcla géneros de forma brillante. Que gran compositor. Es una música clásica y tribal a la vez. Pero no es basta, primitiva ni elemental, suena a algo ligeramente asilvestrado. Y tampoco es música muy clásica aunque hay cantos religiosos.
Otro tema a parte es la edición y como se introduce la música. En algunas escenas se mezcla la diegética con falsa e incidental de forma que no sabes si el sonido viene de la jungla o de un lugar omnipresente. Siempre suena desde la distancia, y empieza antes de pasar a las secuencias dentro del poblado. Para una vez dentro hacerla coral. Mi impresión por estas elecciones es que estos cantos comparten sentimientos tan universales, que hacen eco. Como si se tratase del eco de civilizaciones pasadas. Como si todo convergiese en un punto. Sublime no solo en composición, si no también en su uso tan preciso. En algunos momentos las cascadas y los sonidos ambientales ahogan las voces y música, pero creo que le da mucha dimensión. Solo por la música es un peliculón de necesario visionado.
Debió haberse llevado el Oscar. Morricone por The Mission, digo. Efectivamente, tanto musical como narrativamente es alucinante.
"There’s this misconception these days that a thematic score means a dated-sounding score. This, of course, is a cop out. There’s no reason to throw the baby out with the bathwater. The art of composing modern scores is the having the skill set to keep motifs alive while being relevant. But too many times, newer composers have no idea what fully developed themes are because they grew up on scores that are nothing more than ostinatos and “buahs.”
John Ottman.
En su mayoría, es música de películas de la época (o la que llevan sus ediciones en DVD en algunos casos). He identificado pasajes de la BSO de Mabuse (moderna ésta, de Aljoscha Zimmermann) y de Metrópolis y Los Nibelungos (éstas, de la época, que no hemos hablado casi de la música original del cine mudo, compuesta por Gottfried Huppertz):
"People believe my folderol because I wear a turban and a black tuxedo [...] We're in show biz! It's all about razzle-dazzle. Appearances. If you dress nice and talk well, people will swallow anything."
"Waving the flag with one hand and picking pockets with the other: that's your patriotism. Well, you can have it." Alfred Hitchcock's Notorious.
"Listen to them... Children of the night! What music they make..!"
Gracias Jane. Me encanta esa música!
All Is True de Patrick Doyle, se editará de la mano de Sony:
1. The Globe
2. Hamnet’s Grave
3. Ten Thousand More
4. The Trial
5. The Visitation
6. Southampton
7. Love, Not Ambition
8. Clever Lad
9. It Grieves Me
10. A Little Boy
11. Stay A Moment
12. Plague
13. What You Deserved
14. The Ovation
15. Fear No More – Abigail Doyle
16. I Know A Bank
17. Fear No More (Reprise)
"There’s this misconception these days that a thematic score means a dated-sounding score. This, of course, is a cop out. There’s no reason to throw the baby out with the bathwater. The art of composing modern scores is the having the skill set to keep motifs alive while being relevant. But too many times, newer composers have no idea what fully developed themes are because they grew up on scores that are nothing more than ostinatos and “buahs.”
John Ottman.
Doyle back in true form. Back to the melodic, old-school Doyle/Branagh roots
"There’s this misconception these days that a thematic score means a dated-sounding score. This, of course, is a cop out. There’s no reason to throw the baby out with the bathwater. The art of composing modern scores is the having the skill set to keep motifs alive while being relevant. But too many times, newer composers have no idea what fully developed themes are because they grew up on scores that are nothing more than ostinatos and “buahs.”
John Ottman.
Q: "I'm your new quartermaster"
007: "You must be joking"
_______________________
CLAUDIO: "Lady, as you are mine, I am yours"
_______________________
EISENSTEIN: "I'm a boxer for the freedom of the cinematic expression" -"I'm a scientific dilettante with encyclopedic interests"
Últimas adquiciones, entre ellas, la para mí banda sonora niniguneada (en los Oscar) del año:
Saludos
Q: "I'm your new quartermaster"
007: "You must be joking"
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CLAUDIO: "Lady, as you are mine, I am yours"
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EISENSTEIN: "I'm a boxer for the freedom of the cinematic expression" -"I'm a scientific dilettante with encyclopedic interests"
Pero eso no es excusa. Shyamalan y Newton Howard son amigos íntimos desde el 99 (pero íntimos intímos) y estoy seguro de que Howard podría haber adaptado su caché, utilizar una formación orquestal reducida y/o combinarla con electrónica (lo que ha acabado haciendo Thordson). Me huele más a que la bronca durante la postpo de After Earth fue gorda y su amistad se ha roto, pese a lo que digan por separado. En fin, sea cómo sea, terrible.
"There’s this misconception these days that a thematic score means a dated-sounding score. This, of course, is a cop out. There’s no reason to throw the baby out with the bathwater. The art of composing modern scores is the having the skill set to keep motifs alive while being relevant. But too many times, newer composers have no idea what fully developed themes are because they grew up on scores that are nothing more than ostinatos and “buahs.”
John Ottman.
"There’s this misconception these days that a thematic score means a dated-sounding score. This, of course, is a cop out. There’s no reason to throw the baby out with the bathwater. The art of composing modern scores is the having the skill set to keep motifs alive while being relevant. But too many times, newer composers have no idea what fully developed themes are because they grew up on scores that are nothing more than ostinatos and “buahs.”
John Ottman.
Q: "I'm your new quartermaster"
007: "You must be joking"
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CLAUDIO: "Lady, as you are mine, I am yours"
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EISENSTEIN: "I'm a boxer for the freedom of the cinematic expression" -"I'm a scientific dilettante with encyclopedic interests"
Bal Masqué. La Muerte Roja. Sobre el tejado/ El Baile de Máscaras. Sobre el tejado de la Ópera.
(La música de este vídeo es de la versión de Davis).
El Fantasma de la Ópera fue en su día una superproducción por todo lo alto, y hoy es especialmente recordada no sólo por la interpretación de Lon Chaney y su asombroso maquillaje, sino por el uso temprano del Technicolor en ésta, una de sus escenas más famosas.
"Bajo vuestros pies danzantes están las tumbas de hombres torturados: por eso viene la Muerte Roja a reprocharos vuestro regocijo..."
Entramos en otro tramo de la película con una densidad simbólica importante, y con esos contrastes que ya hemos ido viendo unas cuantas veces desde que empezamos. Y contiene otra de las imágenes icónicas y perdurables de la película que a su vez han influido en otras versiones de la historia: el Fantasma, abandonando las sombras y mostrando el lado más colorido y teatral de su naturaleza... siempre y cuando tu visión de lo colorido pase por el tamiz de Edgar Allan Poe. Es más que probable que para estas escenas -así como para la caracterización del Fantasma y la estética general de la película se basaran en las ilustraciones de André Chastaigne.
Aunque Christine había prometido no volver a ver a Raoul -quien, mientras tanto, no parece haber hecho nada para intentar encontrar a su novia- tiempo le ha faltado para romper su promesa. Una nota que el vizconde lee en su casa, le informa de que, aunque había prometido no volver a verle, debe hacerlo. Será en el Gran Baile de Máscaras de la Ópera. Ella acudirá allí, pero advierte de que no acudirá sola, y que Raoul debe tener cuidado.
Y tenía razón Erik en no fiarse de ella y en espiarla, aun cuando esto no resulte muy caballeroso. El Erik del libro se vanagloriaba ante el Daroga de "no cumplir sus promesas, pues éstas se hacen para engañar a los tontos". Sin embargo, la conducta de Christine no es muy diferente.
En el libro, Erik se caracterizaba por su acentuado y sarcástico sentido del humor, frecuentemente afectado de tintes macabros y su gusto por lo teatral y lo llamativo: no en vano vive en un teatro. Muy poco ha quedado de esto en sus sucesivos avatares mediáticos: quizá el que más se acerque a esto es Lon Chaney y el poco conocido Fantasma de la versión animada de 1988 -tal vez la más fiel al libro, pena que la película sea tan pobretona-. Otros, como los de 1974 y 1990 también tenían toques teatrales e irónicos, pero no llegaban a explotar éso hasta sus últimas consecuencias. Ya hemos visto que duerme en un ataúd, ya hemos visto que tiene cara de muerto y que extiende su poder a dominios subterráneos que son casi infernales. Pero no le basta con eso: tiene que marcar su presencia en el mundo de los normales. Junto con el sexo- hoy en día menos- la muerte es el gran tabú del mundo occidental -hoy más que en aquellos tiempos, en que se llevaban joyas de luto y se tomaban fotos de cadáveres que se coleccionaban en álbumes preciosamente encuadernados. Erik es una vanitas viviente, y como tal se va a comportar en este momento, también, como los precedentes, de gran densidad simbólica, y que afortunadamente, apenas ha sido alterado en la película de Julian. No así en el final, por desgracia, como veremos. Pero no adelantemos acontecimientos.
Sabido es que nadie es profeta en su tierra. Los franceses tienen debilidad por Poe, a quien dio a conocer en tierras galas ese otro poeta de lo maldito y lo decadente llamado Baudelaire. Y estoy segura de que tanto Erik como Leroux conocían bien la obra del de Boston.
"Una vez al año todo París se mezclaba, olvidando las clases sociales. Era el alegre, el loco baile de máscaras de la Ópera de París". Esta escena es el pretexto para que nos cuelen una secuencia en un primitivo Tecnicolor de dos bandas, del mismo modo en que hoy meterían 3-D o algo por el estilo, necesario todo ello para dar al Fantasma el aire lujoso de superproducción. Pero aquí el uso del color no es simple fontanería o decoración fastuosa. Me atrevería a decir que es casi necesario para la escena. En la suntuosa escalera de la ópera parisina, recreada cuidadosamente en los estudios de Universal, una multitud alocada, pintoresca y fantasiosamente ataviada, más a la moda de los años 20 que de 1870-80, se regocija, baila, coquetea, y en suma, se divierte. No sólo han olvidado las clases sociales. Han olvidado ya el desastre del chandelier , las macabras historias sobre el Fantasma y la vergüenza de Carlotta. Sin embargo, si en algo se igualan las clases sociales es en la hora de la muerte. Y como aquellos licenciosos invitados del Príncipe Próspero que, en el relato de Poe, festejaban inconscientemente mientras la muerte y la plaga asolaban la comarca, pronto van a experimentar un inesperado recordatorio de la misma.
"En medio de la multitud se alzó una figura espectral, vestida de rojo". El Fantasma, con un llamativo y elegante traje enteramente escarlata, como lo era la peste a la que tanto temían en el relato de Poe, aparece en medio de la escalera. Uno de los inconscientes festejantes, al igual que en el libro, intenta agarrar la mano del aparecido, y al igual que él, cae al suelo dando gritos de dolor. En el relato original, el traje del Fantasma se completaba con una capa roja bordada en plata, en la que se leía "No me toquéis. Soy la Muerte Roja que pasa". Aquí, Lon Chaney lleva claramente una máscara de esqueleto... pero en el libro te quedaba claro que lo que se veía era la propia cara del Fantasma... sin máscara.
"Bajo vuestros pies danzantes yacen las tumbas de hombres torturados, por eso viene la Muerte Roja a reprocharos vuestro regocijo". En lo que dice el Fantasma, que no sólo viene a recordar a aquellos juerguistas inconscientes su vanidad y su propia mortalidad, como aquel esqueleto de plata de la cena de Trimalción en el Satiricón de Petronio, hay bastante de cierto. París es famoso por sus catacumbas, algunas de las cuales se usaron como prisión secreta en la época de la Comuna, no muchos años antes de la época en que pasa la historia que nos ocupa. El propio Erik reutilizó algunas de estas celdas secretas, muchas de las cuales, dicen, se comunican con los alrededores del lago subterráneo. La aparición del Fantasma, con su opulento disfraz de terciopelo carmesí causa sensación y pánico entre los concurrentes a partes iguales. Hay algo en lo horrible, en lo macabro, que fascina, sobre todo si es presentado de manera teatral. El propio Erik tenía partituras del Dies Irae en la cámara de su ataúd -es lástima que este motivo no se haya usado en los scores del Fantasma-. Sin embargo, en el libro de Leroux nadie -excepto Christine y Raoul , que están presentes e inmersos en medio del gentío, se percata de un detalle macabro que aquí por desgracia no se ha conservado. En una fiesta donde todos van enmascarados, y celebran la alegría de vivir, los placeres y el lujo, Erik es el único que no lleva máscara y que celebra la muerte. En un mundo basado en falsedades y apariencias, se presenta tal cual es en la única ocasión en que puede hacerlo: cuando más finjen todos los demás.
Es otra de las imágenes poderosas e icónicas de la película de las que han quedado en la retina del espectador y han pasado a formar parte, si no de la cultura cinematográfica popular, sí del acervo fantasmal. Otras versiones han incorporado sus propios avatares de la Muerte Roja: los Fantasmas de 1989 y 2004 llevaban rutilantes versiones de este traje, siento especialmente esplendoroso el del primero; el Fantasma de 1990, aunque no llevase el traje escarlata, sí lucía una apropiada máscara de esqueleto en un momento dado, y en las versiones de 1943, 1974 y 1983 aparecían bailes de máscaras o algo parecido.
Ya hemos visto que el Fantasma siente debilidad por el rojo. No sólo las cartas que dirige a los directores de la ópera, a Carlotta y a demás peña suelen estar escritas en tinta roja (¡como las de Jack el Destripador!) algo que se consideraba de mala educación, también le vemos ahora enteramente vestido en el color de la pasión, de la sangre, del telón teatral. Se oculta en las sombras de las catacumbas y las alcantarillas, confundido, en la negrura de su frac y su capa, con una de ellas. Pero como el Mefistófeles de Henry Irving, como el Drácula de Coppola, de pronto se transforma en un flameante pavo real. Aunque la suya sea una vanidad reminiscente de muerte. A Erik le encanta lo teatral, y ésta es una de las pocas ocasiones en que se podrá permitir lo que todo artista necesita y él no tiene: público. Erik pasea su cadáver viviente por los salones más rimbombantes de la alta sociedad parisina. Y la gente responde, morbosa, con transportes de horror y entusiasmo Pero no ha venido únicamente para lucirse...
Intuía que Christine iba a romper su promesa -el espectador lo sabe desde antes, cuando ve la nota que la chica le envía al vizconde- y quería cerciorarse. En efecto, Christine y Raoul han quedado en verse en el baile de máscaras. Curiosamente, ellos dos son los únicos que en esta secuencia llevan trajes de época. La aparición del Fantasma en su rojo atavío les ha asustado no sólo por lo inusual de su disfraz y por su súbita aparición... sino porque saben lo que eso significa. Erik sospecha, Erik sabe algo y Erik probablemente no les va a dejar ni a sol ni a sombra.
Como una nube de sangre, el aparecido en traje de terciopelo desaparece. Raoul y Christine intentan huir escaleras arriba... pero la Muerte Roja los sigue sin que se den cuenta. Es imposible escapar de Erik, como es imposible escapar de la muerte...En el libro, Christine no le cuenta a Raoul toda su horrible -pero fascinante- experiencia en los sótanos en la escena del baile de máscaras (aquí han fundido varias escenas del libro en una sola), pero sí sobre los techos de París. En la lira de Apolo, en la cima de la ópera, a donde el Fantasma ha prometido a Christine que no la seguirá. Pero como Quasimodo era el señor de las gárgolas y las tejas de Notre Dame, el imperio del Ángel de la Música (en esta misma escena, el Fantasma de 2004, lleva, precisamente, un traje inspirado en Napoleón...) va desde el subsuelo a la cima del edificio. Allí corre el aire, razona Christine, allí las aves de la oscuridad no se atreven a llegar... Aquí, sin embargo, es Christine quien pregunta a Raoul si están solos y alguien más puede oír lo que dicen. Inadvertida por los dos enamorados, una sombra siniestra, como de dos alas enormes... de ángel de la muerte o de ave de mal agüero se cierne sobre ellos. Erik les ha seguido, y oculto en sobre la lira de Apolo es testigo directo de la traición de Christine y de la ruptura de su juramento. " Lo he visto... he visto al Fantasma, Raoul... es un monstruo detestable... tienes que salvarme, que sacarme de aquí. Bajo el influjo de su maldición, Carlotta no ha vuelto a cantar. Mañana tomo su lugar en Fausto, después de la representación debes sacarme de aquí". En el libro, los sentimientos de Christine, mucho menos antipática y desagradecida que aquí, no son tan negativos hacia Erik, reconoce que le compadece y le duele traicionarle. Hasta la dice a Raoul que para sacarla del teatro -y del influjo del Fantasma- tendrá que raptarla por la fuerza, porque no cree que sea capaz de ir con el vizconde voluntariamente cuando llegue el momento decisivo. Raoul dice que la estará esperando en la puerta del escenario y que huirán a Inglaterra.
La reacción del Fantasma, que ha presenciado toda esta escena, es de ésas de las que sólo serían capaces en un drama silente sin resultar ridículas. Decía Charles Laughton de El Jorobado de Notre-Dame, que la escena en que Quasimodo -Chaney- comprende que ha perdido a la chica, es devastadora. "Todo su cuerpo lo expresa, es como si le hubiera alcanzado un rayo". Eso mismo se puede aplicar aquí. Vemos a Erik pasar por todo un abanico de emociones: desconfianza, desesperación, abatimiento, insistencia, rabia, expectación... y finalmente, venganza. El espectador se alegra un poquito de que, a pesar de haber hecho algo tan poco caballeroso como espiar a la chica, el Fantasma se entere de primera mano de su traición e indignidad. Mientras ajenos a la presencia de Erik, Raoul y Christine se besan, el Fantasma, con la capa revoloteante, aire altivo y mirada que no presagia nada bueno se retira de la escena.
Mientras Christine y Raoul bajan de nuevo por la escalera, se encuentran con un extraño personaje que les sale al paso. Lo cierto es que el vizconde ya le conoce y el espectador también. Es el enigmático caballero del fez, que les indican que no bajen por tal camino, sino por tal otro, antes de retirarse. Sin saber bien por qué, los enamorados le hacen caso.
Abajo la fiesta sigue, el mundo no ha notado su ausencia, como tampoco nada sabe de los titánicos sufrimientos que se ocultan bajo el manto carmesí del Fantasma. El insignificante Florine, disfrazado de mosquetero -el libro trataba algo mejor a la clase trabajadora, pero en la película se da caña tanto a obreros como a burgueses- juega a ser D'Artagnan delante de un espejo. Tiene la mala fortuna de cruzarse en el camino de la Muerte Roja, que le aparta de un manotazo sin grandes contemplaciones. El enfurecido Florine le increpa, pero el desconocido se aleja sin inmutarse. "¡Ése era el Fantasma!", le dicen todos. La valentía de Florine es tan falsa como su disfraz, y se desmaya inmediatamente, en medio del general regocijo.
Davis introduce un breve pasaje inicial para la escena en que Raoul lee la nota de Christine: una versión sorda y temblorosa del tema de amor de ambos, sólo un clarinete parece meter cierta nota de esperanza, a la que sigue un temita ligero y carnavalero que plasma a las mil maravillas el ambiente ligero y colorista del teatro. Este tema se puede interpretar casi como una versión del tema de los enamorados, pues el inicio es parecido, interpretado a toda orquesta y con una percusión juguetona, que le da un aire casi circense más que carnavalero. Pasen y vean a la sociedad parisina haciendo el ganso, señoras y señoras. Pero de pronto se hace el silencio. Unas leves y entrecortadas flautas, que tienen un no sé qué de lovecraftiano. Un órgano in crescendo, la firma del Fantasma. Unas notas de la cuerda y la percusión que se asemejan al tic-tac de un reloj -elemento muy presente en el relato original de Poe-. Y la Muerte Roja haciendo acto de presencia tan espantosa como magnífica. Trompetas con sordina que responden al tic-tac del reloj. Tema nuevo, el de la Muerte Roja, una especie de golpes amenazantes y a la vez irónicos. Encuentro que este tema es algo machacón, y no me gusta demasiado, pero lo vamos a volver a oír, en diferentes contextos. El órgano va creciendo furibundo. Y volvemos al temita carnavalero... esta vez con el órgano fantasmal sonando amenazadoramente por el fondo.
Inicio del tema de la Muerte Roja por unos violines agudísimos y entrecortados. En el tejado de la ópera, regresa el tema de amor de Raoul y Christine, pero ahora plagado de oscuridades (que nos hablan también de las tinieblas de la noche) y sugestiones del tema del Fantasma, para contar Christine lo que vivió en la morada del lago... pero también para acompañar las reacciones de Erik que nadie, excepto el espectador. Tema principal, que termina apagadamente. Un golpe desgarrador de percusión, como haciéndose eco del roto corazón del Fantasma, mete de nuevo en escena el tema de amor de éste, ahora más titánico y a la vez más angustiado. Se funde disonantemente con una distorsionada versión del tema de amor de Christine, y de nuevo, oímos el tema principal, pero de manera lenta y apagada. El espectador ya sabe que la fuga que Raoul y Christine está condenada al fracaso. El inicio del tema principal se funde al tema carnavalero, al bajar de nuevo los personajes a la sala. Unas notas más lentas y más graves -cautelosas- representan la advertencia del caballero del fez de astracán. Poco a poco, se adivina el órgano del Fantasma. Vuelta al temita carnavalero, ahora con el de la Muerte Roja interpretado por unos violines angustiosos que acaban con el ya conocido tema del Fantasma, ahora más irónico y macabro que nunca, para marcar el encuentro del ser de las sombras con Florine.
Thibaudeau introducirá un pequeño pasaje de música grave y sombría -que me recuerda un poco a la primera frase de Fausto en la ópera de Gounod para acompañar la lectura de la carta de Christine por Raoul, con unos lóbregos violonchelos. Campanadas como de Cenicienta para presentar el loco, el alegre baile de máscaras de la Ópera de París, tomando como música principal, muy oportunamente, un arreglo de una de las danzas de la orgía en Fausto (precisamente, una de las que bailan las bailarinas en la versión de Davis). Este tema recuerda también a una de las arias famosas de la ópera, la del becerro de oro, que es interpretada por Mefisto.
(por cierto: nadie ha cantado esta aria, que habla del dinero y del pecado, como Nicolai Ghiaurov)
(nótese cómo Mefisto, como solía ocurrir en las representaciones tradicionales de la ópera, también va de rojo...)
Las campanadas le dan un aire festivo, pero a la vez con algo de terrible. Podrían ser casi campanas de muerto. La música se vuelve frenética... hasta que se hace el silencio. La Muerte Roja en la habitación.
Es lástima que las partituras que he oído del Fantasma no hagan uso del tema del Dies Irae, muy adecuado para la escena, y que Erik tenía en su propio cuarto. Thibaudeau mete algo parecido, un tema solemne y de resonancias eclesiales, acompañado de metales retumbantes y amenazadora percusión, que parece ir subiendo poco a poco de intensidad (lo volveremos a oír en el clímax de la película). Se sucede una y otra vez, como aquella llamada del destino que decían de la Quinta Sinfonía de Beethoven. Pero a la gente poco le importa la muerte cuando tiene las diversiones al alcance de la mano. Tras ser repetido en clave irónica por una flauta, el tema, que ya ha sonado varias veces, desaparece para ceder paso de nuevo a la orgía de Fausto. Christine y Raoul se precipitan escaleras arriba. Pero esta vez, la orgía suena como una huída frenética.
Variación del tema del no-lugar, del mundo subterráneo de Erik, mientras la chica le relata a su enamorado los horrores que vio allí, y el Fantasma acecha sobre la lira de Apolo. Este tema se desvanece lentamente, como vaho sobre un cristal, un clarinete plañidero introduce el tema de amor del Fantasma: la chica lo ha traicionado. Poco a poco, el fagot y otros instrumentos se irán uniendo para interpretar toda la sección de manera lenta y melancólica. Raoul y Christine vuelven a bajar, y volvemos a oír el tema de la orgía de Fausto, pero más despacio y de manera más intrigante cuando el extraño del fez les sale al paso. Poco a poco la música recupera su aceleración frenética... y vuelve a ralentizarse, de manera más amenazante, al salir el Fantasma al encuentro de Florine.
Roy Budd, fiel a su estilo airoso y fino, mete el tema principal interpretado de manera aérea y liviana, ampulosa y brillante, para sugerir, con una orquestación y un estilo casi williamsianos, el ambiente de lujo y regocijo en el foyer de la ópera parisina. Unos mayestáticos timbales y una sucesión de notas amenazantes y decrecientes, en donde de pronto aparece el tema del Fantasma, parecen señalar la aparición de la Muerte Roja en la escalera... pero más como un objeto de fascinación que de espanto. Súbitamente, la música adquiere carácter más dramático y vertiginoso. Unas arpas titilantes marcan el ascenso de los enamorados al tejado de la ópera, seguidas por trompas majestuosas y una versión lenta del vals. Esa especie de remanso de paz, de reino celestial (en la novela lo es, aquí no tanto, donde parecen escapar de las tinieblas). Melancólicos violines apoyados por el viento parecen ser otras tantas declaraciones de amor y planes para el futuro, y no tanto marcar la amenaza del Fantasma o los horrores vividos en los subterráneos. Hasta que de pronto se cuela el imperioso y a la vez insoslayable tema del Fantasma , repitiéndose lentamente. Hasta que de pronto cobra resonancias amenazadoras y hasta caóticas. Se repite el tema de la fiesta, acabando de manera abrupta y ominosa con un trombón cortante y un clarinete que pone una suerte de coda irónica. Majestuosas trompas, casi de Star Wars, repiten el tema fantasmal, tornándose cada vez más sombrías, hasta hacerse el silencio.
Por cierto, una preciosa escena, cortada por desgracia de la película que se estrenó en los cines, y que sólo se conoce por alguna foto, mostraba al Fantasma bañado en lágrimas, regresando solo en su barca a su morada del lago. La película, tal y como se concibió, parece que tiraba más hacia la empatía y la comprensión; la que se estrenó cargaba las tintas en los aspectos tenebrosos del Fantasma, y lo mostraba, más que nada, como un magnífico monstruo, un loco y un homicida, pero amargado por su deformidad y vida solitaria. Su locura había surgido de éstas, y no al revés.
Última edición por Jane Olsen; 03/02/2019 a las 23:51
"People believe my folderol because I wear a turban and a black tuxedo [...] We're in show biz! It's all about razzle-dazzle. Appearances. If you dress nice and talk well, people will swallow anything."
"Waving the flag with one hand and picking pockets with the other: that's your patriotism. Well, you can have it." Alfred Hitchcock's Notorious.
"Listen to them... Children of the night! What music they make..!"
Tracklist de los 60 minutos de música que Danny Elfman aportó para Age of Ultron. Parece otro score completo por si mismo... me pregunto por que rechazarían gran parte del material de Tyler y llamaron a Elfman. Que follón. Teniendo en cuenta que el CD dura unos 78 minutos y tiene tracks tanto de Elfman cómo de Rtyler , algo no cuadra. La pregunta es ¿escribió y grabó Elfman otra partitura completa que al final acabó mezclada
en parte con algo del material original de Tyler?.
01 Heroes 2:07
02 It Begins 2:49
03 Strucker's Plan - Iron Legion 2:05
04 Title Card 0:45
05 Avenger's Tower - Creating Ultron 2:23
06 Ultron Wakes 1:43
07 An Uninvited Guest 3:48
08 Sokovia - The Twins 4:14
09 Aftermath 2:05
10 The Safehouse 3:13
11 Cho's Lab - No Place To Go 3:30
12 The Need To Evolve 2:22
13 Thor's Bath - Dreams 2:38
14 Cellular Cohesion 2:06
15 Can You Stop This Thing_ 1:03
16 Narratives Of Annihilation 1:30
17 Inevitability - Birth of Vision 5:01
18 Uprising - Pep Talk 5:01
19 Cut Your Losses 3:20
20 One Good Eye 3:11
21 Avengers Unite! 1:08
22 Double Your Pleasure 0:23
23 The Farm - Upstate 1:14
24 Nothing Lasts Forever 1:58
25 New Avengers - End Titles 3:10
Puede escucharse aquí:
"There’s this misconception these days that a thematic score means a dated-sounding score. This, of course, is a cop out. There’s no reason to throw the baby out with the bathwater. The art of composing modern scores is the having the skill set to keep motifs alive while being relevant. But too many times, newer composers have no idea what fully developed themes are because they grew up on scores that are nothing more than ostinatos and “buahs.”
John Ottman.
¡Albricias y zapatetas, regocíjanse, ha llegado el día, el OST de la maravillosa THE ORVILLE ha salido por fin! ¡Tanto en CD como digital!
https://dbr.ee/AAO8
¡Y NO SOLO ESO! La maravillosa BSO de Minuscules 2, de la que hablé el otro día y de la que me había enamorado tanto, que recomiendo que escuchéis, no decepcionará, palabra de honor.
https://dbr.ee/YKK4
https://dbr.ee/53Xy
https://dbr.ee/QJcy
https://dbr.ee/961n
https://dbr.ee/mBlW
https://dbr.ee/h7HU
https://dbr.ee/9WNP
https://dbr.ee/MoSJ
https://dbr.ee/VHJ2
Hoy es un gran día para los amantes de la buena música de BSO, sin duda. Soy feliz.
No sabía que Bruce Broughton había salido de su retiro. Fantástico.
"There’s this misconception these days that a thematic score means a dated-sounding score. This, of course, is a cop out. There’s no reason to throw the baby out with the bathwater. The art of composing modern scores is the having the skill set to keep motifs alive while being relevant. But too many times, newer composers have no idea what fully developed themes are because they grew up on scores that are nothing more than ostinatos and “buahs.”
John Ottman.
Es una serie de TV del creador de Padre de Familia, quien ya sabemos, es uno de los nuestros. También están John Debney, Joel McNeely y Andrew Coatee. Compra completamente recomendada, dudo que te arrepientas.
Hacedme caso de la segunda recomendación, en serio. No porque sea un compositor desconocido fuera de Francia o por ser una película de dibujos, tiene que ser malo. Os prometo que es fantástica la música.
La de Orville me suena MUCHO a otra. Pero mucho mucho, y creo que es a la banda sonora de un videojuego...
Edit: Creo que me suena a Sea quest.
Última edición por Anonimo19042021; 25/01/2019 a las 18:15
No es para nada desconocido en los circulos críticos europeos , te lo garantizo. Date cuenta que lleva en activo desde 2004-2005.Eso por un lado. Por otro, entiendo que recomiendas estas partituras por su calidad intrinsecamente musical, pero... ¿qué tal funcionan dentro de la serie/peli?. Narrativa y demás, digo. En las películas de animación la exposición y el desarollo temático suele estar muy bien cuidado. Y por supuesto que no le haremos de menos porque sea un film de animación. La animación es solo un medio y ello no determina la calidad. Eso sería cómo establecer que las comedias románticas no pueden ser obras maestras... por ser comedias románticas. Pues hay de todo.
Te lo digo porque ya sabes que juzgar la música aplicada al medio audiovisual solo por el CD es quedarse con la mitad de la historia...
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"There’s this misconception these days that a thematic score means a dated-sounding score. This, of course, is a cop out. There’s no reason to throw the baby out with the bathwater. The art of composing modern scores is the having the skill set to keep motifs alive while being relevant. But too many times, newer composers have no idea what fully developed themes are because they grew up on scores that are nothing more than ostinatos and “buahs.”
John Ottman.
Escuchados los cortes que enlazas, Ponyo. Suenan genial, efectivamente.![]()
"There’s this misconception these days that a thematic score means a dated-sounding score. This, of course, is a cop out. There’s no reason to throw the baby out with the bathwater. The art of composing modern scores is the having the skill set to keep motifs alive while being relevant. But too many times, newer composers have no idea what fully developed themes are because they grew up on scores that are nothing more than ostinatos and “buahs.”
John Ottman.
Yo estoy viendo The Orville y cuando vi los créditos de la banda sonora no podía creerme a tanto talento junto. Aparte de que la serie le da un rapapolvo a Discovery en general, lo visual y sonoro destaca bastante. La música está obviamente inspirada en el tono marcado por La nueva generación y sobre todo las películas, así que original no es mucho; también hay tramos que me traen a la memora Star Wars. Pero la mezcla de épica, drama y descubrimiento (no sé cómo llamar a los temas dedicados a la belleza y magia del espacio) es muy sólida, y con la tontería tenemos una de las mejores bso de series de estos años.
Como ya dije, Seth MacFarlane es uno de los nuestros, un completo fan de la música de banda sonora, que aparte de entender lo que hace una buena peli, también entiende el valor de una buena música y talento en una serie de televisión o película; es por eso que siempre sé que un proyecto gordo de Seth siempre traerá consigo una música maravillosa, como la que podéis oir en The Orville.
Anoche volví a ver Mandy, una de mis pelis favoritas del año pasado. Y tengo que volver a decirlo:
Como te echaremos de menos Jóhann Jóhannssoncreo que nunca había visto a un compositor "veterano" adaptarse tan bien al synthwave retro mas moderno.
Me da una rabia terrible que no se ocupase de Blade Runner 2049.
Última edición por Anonimo09062023; 25/01/2019 a las 23:14