Totalmente de acuerdo, el Doyle de los 90 fue una fuente de grandísimos trabajos, los por aquí reseñados. Como dice Borja su tema de la batalla de Agincourt es antólogico así como el tema de la creación de Frankenstein o sus deliciosos trabajos de Mucho ruido y pocas nueces, Grandes esperanzas o Sentido y sensibilidad.
Me entristece que ahora, sus tabajos no me gusten tanto.
Saludos