Supongo que te refieres a autores como Lutoslawski, Messiaen o Penderecki, mira por donde, los tres admitidos por Jonny Greenwood como sus referentes y que no parecen ser muy mencionados (ahora, ya te digo que uno de mis cuñados los ha escuchado y no es particularmente cinéfilo). Luego, sí, es muy factible que esos autores tardíos del siglo XX, ya nacidos dentro de él y cuyo cuerpo de trabajo se halla a partir de los años '50, no hayan tenido mucho recorrido en la vanguardia cinematográfica dentro del círculo
mainstream como dices. Y que cuando otros autores entraron en sus postulados, no suelen tener una oleada de admiradores por su "dificultad" o presención de tenerla (los nombres de George Antheil, Paul Glass o Gail Kubik, incluso el recientemente fallecido William Kraft me viene a la mente por la parquedad de sus incursiones cinematográficas) e incluso una generación aún más joven de compositores franceses o italianos propensos a la experimentación (De Roubaix, Jansen, Gaslini, Macchi) son relegados casi siempre en beneficio de los más conocidos y accesibles.
Lo curioso es que cuando entra ocasionalmente un nombre de la vieja guardia (Hugo Friedhofer en su última entrada cinematográfica,
Die Sister, Die! (1978), editada por Intrada, se adentra en terrenos crípticos y atonales con éxito sin envidiar en nada a sus correligionarios más jóvenes no le sirve para reverdecer laureles excepto entre el círculo de sus colegas de profesión, y es que el film tuvo una exhibición ridícula y un presupuesto ínfimo y sin nadie conocido en el reparto).
Lo de la aproximación orgánica es algo que ya dije en alguna ocasión, sí, pero no tiene por qué basarse exclusivamente en instrumentos reales existiendo esa electrónica que te puede añadir matices sonoros ambientales diferentes y/o complementarios. Así que la cita de MIK me viene al pelo pues entiendo como orgánico también su flujo, que no sea una mera dispersión de artefactos en base a colocar una serie de set-pieces rodadas que parezcan inconexas, o por aún, intercambiables con otras ya escuchadas anteriormente. Pero como los tiempos para trabajar en la música de un film se ven cada vez más recortados, eso si no sacrifica la música pues parece ser que el público aplastantemente mayoritario no responde a estímulos o ha olvidado o le da igual, ... ¿seguro?.... porque más bien creo que se trata de una actitud sumisa o pasiva, si no solamente podemos repasar lo que consiguieron los Anillos de Shore y encargar una encuesta con una pregunta muy clara: ¿qué opinión le merece la música de la película? y que el público entre en el juego nombrándole otros films parecidos o de otro género, como la reciente Uncharted, cuya reseña acabo de mirar en MundoBSO. ¿Llena una tanto como otra?, explíquelo con sus propias palabras o ideas tal y como le salga....
Fielding, cuyo centenario se cumple este año, parece que no, pero tiene un núcleo duro de admiradores entusiastas en trincheras. Más que los que tiene Rosenman y relativamente cerca de lo que se suele hablar de North o incluso Goldenthal, estoy por decir. Yo mismamente soy un admirador del otro Jerry y sus tonos funky, barroquizantes y como de metrónomo, o crepusculares y con gran apoyo de la música étnica-folk en sus westerns, y me considero un die hard fan de la denominada
concrete music que consigue en "Fuga de Alcatraz" del duo Eastwood-Siegel. Una peculiaridad de la música de Fielding es, ya lo sabrás, su apoyo diegético relativamente frecuente especialmente en sus policíacos, así que si de ahí puede venir alguna pista sobre lo que podría "muy difícilmente" imaginarselo en el cúlmen zimmeriano como referente máximo actual haciendo un ejercicio de hipótesis ficción me resultaría estimulante adentrarme en esa realidad paralela tirando del ovillo y surgiéndome preguntas: ¿Fielding montaría toda una factoría de talentos dispuestos a emanciparse más pronto que tarde? Por cómo era de carácter, IMPOSIBLE, antes se retira o hubiera servido a Clint y poco más como sucedió con Michael Small con Bob Rafelson. ¿Por qué se habla de Fielding? (y más que debiera.... auuunque nos tengamos que escudar en el famoso "no es para todo el mundoooo") Primero, por su confluencia en el tiempo con el otro Jerry, el del pelo canoso, en su variante más tremebunda, la de los Simios o el de "La reencarnación de Peter Proud"

y su consiguiente cara a cara figurado pero que entre fans se lleva mucho para elevar el reconocimiento del que sale "peor parado" en cuestión de fama, que no de talento; y segundo, por pertenecer a una etapa fascinante de la industria norteamericana del cine, una época de grandes cambios a todos los niveles: desde lo social hasta la liberación de tabúes.
Si entro a comparar la década de los '70 con el momento cinematográfico actual, encuentro similitudes en cuanto al sentido de verdadera revolución que ha acontecido en el medio en los últimos 15 años nuevamente en sociedad, pero lo diferencian algunos temas fundamentales: la influencia, nunca con semejante supremacía como ahora, de grandes conglomerados económicos ajenos al mundo del cine en sí que buscan el máximo beneficio hasta de debajo de las piedras; la irrupción de las redes, que destronan al cine como pasatiempo favorito del siglo XX y como forma de mostrarnos el mundo como es con todo el poder inmenso que eso conlleva; y como tenaza entre medias, la falta de desarrollo aparente de atisbos de evolución en el panorama musical cinematográfico. Nuevas promesas llamadas a convertirse en grandes nombres que no terminan de cuajar, regresión paulatina o encanecimiento de otros ya consagrados y que ya no tienen que mostrar a nadie lo grandes que son, homogeneización y cierto mimetismo sonoro acuciante.... La música de cine ha sido rebajada en cuanto a su capacidad de sorpresa o cohesión sólida a los proyectos a los que sirve, lo que unido a la capacidad de ahorrarse dólares y tiempo muestra un panorama sobrio y austero donde el impacto efímero es lo que importa. Y naturalmente se echa de menos mayor diversificación de voces solistas y bríos de un nuevo orden que aspire a una especie de
star-system renovado en su gremio.
Lo de la accesibilidad, pues sí. Pero para mí ese no es un problema. Me adapto a casi todo. Me aburriría llegado el momento si todo fuera "accesible".