Cita:
En términos de factura técnica, encuentro la serie impecable: ambientaciones creíbles, actuaciones contagiosas y diálogos fluidos. Funciona para el público objetivo de Netflix y para los fans del arte y ensayo (los que adoran a Casavettes, el mumblecore y Portlandia). En el plano político, es un gol en propia puerta del equipo progresista: los ocho primeros capítulos muestran con total crudeza el vacío de su concepto de modernidad, su narcisismo militante y la tremenda toxicidad de su forma de relacionarse con los demás. Creo que quien recomiende la serie a sus hijos adolescentes seguramente se arriesgue a que empiecen a vestir de traje y se interesen por votar a Vox.
:D