Quien crea que el asesinato está justificado para obtener metas políticas está apoyando a Franco, está apoyando a Castro, está apoyando a Pinochet, está apoyando a Hussein,
está apoyando a todos y cada uno de los dictadores que han tomado esta alternativa para que su país fuera como a ellos les gusta, sin importarle en absoluto lo que opinen los demás.
Nadie en España, repito, nadie en España, una vez más, NADIE EN ESPAÑA criminaliza la opción política del nacionalismo y/o independentismo. Lo que el PP no está dispuesto a tolerar, y con él muchos millones de españoles, es que la mayoría de los nacionalistas quieran obtener sus fines políticos saltándose las leyes, básicamente la Constitución Española,
que mientras no se derogue rige para todos.
A parte de la población tampoco le gusta que le tomen por gilipollas y, para fundamentar sus pretensiones, los nacionalistas tergiversen, oculten, modifiquen y, en último extremo, inventen una historia que no ha existido. Hay que reconocer que con otra parte el lavado de cerebro ha tenido un éxito asombroso.
La característica principal de ETA y de su representante Batasuna no es que sean nacionalistas, ni que sean independentistas, ni nada de eso: su primera cualidad es que son una banda de asesinos. Punto. En eso no se diferencian nada de los terroristas islámicos que te ofrecen parecida alternativa: o aceptas el Islam como religión, o te volamos la cabeza. Elige.
Con fanáticos de esa calaña tienes dos alternativas: o les das todo lo que piden (en el caso etarrra: puesta en libertad de los presos, anexión de Navarra e independencia de lo que llaman Euskal Herria), o les combates policialmente hasta su desaparición. Y no hay otra.