La Esposa de Yahveh

En 1947, el antropólogo Rafael Pathai planteaba que la religión monoteísta de los judíos provenía de una tradición poleteísta que observaban los antiguos israelitas. En aquella antigua religión politeísta, Yahveh era adorado junto con una figura femenina, una diosa, que cumplía con un papel de consorte. Según Patai, el culto de esta diosa habría dejado huella en la Biblia bajo los nombres de Astarte, Asera, Shekinah y querubim.

Recientemente, esta teoría acerca de la esposa de Yahveh ha cobrado fuerza con las investigaciones de Francesca Stavrakopolou, que comenzó su trabajo en Oxford y ahora es catedrática en el departamento de Teología y Religión de la Universidad de Exeter. Su trabajo ha sido el fundamento de una serie documental que se enfoca en la conección entre Yahveh y Asera.

Las conclusiones de Stavrakopoulou se basan en textos antiguos, estatuillas y amuletos desenterrados en la antigua ciudad cananea de Ugarit, actual Siria, revelando que Asera era una diosa de la fertilidad con un culto importante. Stavrakopoulou ve una conexión entre Yahveh y Asera en los textos bíblicos y en una inscripción hallada en una vasija que data del s. 8 a.C. encontrada en el desierto del Sinaí, en la localidad de Kuntillet Ajrud.

"La inscripción es una petición por una bendición. Crucialmente, la inscripción ruega por la bendición de “Yahveh y su Asera”. Aquí estaba la evidencia que presentaba a Yahveh y Asera como una pareja divina. Y ahora un puñado de inscripciones similares ha sido descubierto desde entonces, todas las cuales ayudan a fortalecer el caso de que el Dios de la Biblia tuvo una vez esposa".

Para Stavrakopoulou otra evidencia importante de la conexión entre Yahveh y Asera es el registro bíblico, el cual relata que una estatua de Asera se encontraba dentro del templo de Salomón.

J. Edward Wright, presidente tanto de “The Arizona Center for Judaic Studies” y “The Albright Institute for Archaeological Research”, reconoce también la antigua conección Yahveh-Asera:

"Asera no pudo ser eliminada del todo por sus editores masculinos. Han permanecido huellas de ella, y basados en esos rastros en evidencias arqueológicas y referencias a ella en textos de naciones vecinas a Israel y Judá, podemos reconstruir su papel en las religiones del Levante Sur.

En muchas traducciones se lee “Árbol Sagrado” en lugar de Asera. Esto parece obedecer a un deseo moderno, evidentemente inspirado por la narrativa bíblica, de esconder a Asera detrás de un velo una vez más".

Por su parte, Aaron Brody, director del Bade Museum y profesor asociado de Biblia y arqueología del Pacific School of Religion, ha dicho lo siguiente:

"Las menciones a la diosa Asera en la Biblia hebrea son raras y han sido fuertemente editadas por los antiguos autores que compilaron los textos".

Según Brody la mayoría de los antiguos israelitas eran politeístas, sólo una minoría era monoteísta antes de 586 a.C. En ese año una élite judía fue exiliada a Babilonia, lo cual propicio que la religión monoteísta se impusiera
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(Fuente: http://www.feyrazon.com/?p=286 )