Tony Elliott escribe y dirige su debut como director de largometrajes, un film de ciencia-ficción que cuenta con Robbie Amell y Rachael Taylor como protagonistas.

En un post-apocalíptico futuro cercano, cuando el suministro de petróleo se ha secado, un marido y una mujer quedan atrapados en una casa, están rodeados por una banda de misteriosos intrusos. Él, ingeniero, debe proteger una tecnología que podría generar energía ilimitada y poner fin a las guerras que han consumido al mundo. El único problema es que la tecnología ha creado un bucle del tiempo en el que sus amigos y él han quedado condenas a vivir el mismo día una y otra vez.