Lo que ha dicho, más allá del espectro de edades, es que se sintió incómoda y que no comprendía nada, cosa que si que han dicho y declarado más invitados. Además, no hace falta que digan nada, sólo hay que verles las caras.
Por otro lado, no creo que ni Charlize ni Tom Cruise ni gente así tengan la culpa del patético nivel cultural de este país que es incapaz de seguir un programa más de cinco minutos si no hay humor de tartazos y de caca, culo, pedo, pis.
Pero, por desgracia, es lo que hay. No hay más que ver las ruedas de prensa cuando viene un actor, actriz internacional o lo que sea, las preguntas imbéciles y bobas campan a sus anchas y lo realmente interesante queda en un segundo y tercer plano, lo que trasciende y ocupa minutos en televisión es la parida, la chorrada, la gracieta fácil y atolondrada.