No sé si Elliot estaba de coña o no, pero lo cierto es que ha clavado mis impresiones reales.
El guión de Steven Zaillan es bueno, pero tampoco sé si la presencia de actores tan notables como Washington y Crowe puede influir tanto, o si la vuelta de Pietro Scalia ha sido tan determinante como parece haberlo sido (no es casualidad que esta sea la película de Ridley mejor montada desde "Black Hawk Down"). Lo que sí es cierto es que “American Gangster” es la primera película de Scott en la que la personalidad de su director de fotografía queda mucho más patente que la del director británico (Harris Savides está colosal) y en la que éste no entorpece la historia con ninguno de sus habituales manierismos visuales y sí, en cambio, se muestra como un director muy solvente, preocupado por el desarrollo de la historia y los conflictos de sus personajes, que quedan bien dibujados y bien resueltos en el tercio final. Aunque es cierto que es una película larga y densa, sus dos horas y media de proyección se perdonan fácilmente por el interés que genera la historia.
Quizá Scott no haya obtenido un clásico como “El Padrino” o “Érase una Vez en América“ (tampoco parece buscarlo), pero sí una muy buena y sólida película como pueda serlo “Heat” (con la que el duelo en la distancia Crowe vs. Washington guarda muchas similitudes) y desde luego se trata de una apuesta mucho más sobria y menos artificiosa que el “Scarface” de De Palma.