Si eres de los que compra habitualmente en Amazon, más de una vez te habrás preguntado... ¿cómo me ha llegado tan rápido el paquete? La explicación es simple: la logística de Amazon funciona a 10 puntos por encima de la competencia, ya que sus almacenes tienen sofisticados procesos de gestión del stock.

Desde el momento en que hacemos clic en "realizar pedido", hasta que el producto empieza a moverse por la cadena de empaquetado, pueden pasar apenas unos minutos. Al cabo de unas horas, la empresa de mensajería recoge un camión con los pedidos de cada ciudad, poniéndolos en reparto incluso tan pronto como al día siguiente.

Pero si esto te parece un buen servicio, espera a leer lo que están preparando. Lejos de conformarse con gestionar una logística endiabladamente rápida, Amazon todavía quiere ir "más allá" para seguir siendo pionera en nuevas tecnologías de venta por Internet. La empresa de Jeff Bezos ha patentado con éxito un sistema para saber lo que vas a comprar, antes de que tú mismo lo sepas. Nos lo cuentan en este magnífico artículo del diario El mundo, cuya lectura completa os recomendamos (sin que sirva de precedente, a veces hay periodistas que se documentan antes de escribir sobre un tema).

Resumida la noticia: Se trata de "un método para la entrega anticipada de paquetes", que consiste en enviar un producto al área geográfica en la que reside su eventual comprador, pero "sin especificar completamente la dirección". Ésta solo será aclarada cuando el consumidor lleve a cabo la compra. De locos.

Toda esta tecnología se basaría en los famosos algoritmos de aprendizaje de Amazon, que permiten ir adecuando los sistemas informáticos a las compras pasadas de sus clientes (similares a los que te sugieren que compres utensilios de cocina justo después de que hayas comprado una freidora).

Por simplificar: el sistema predice que una persona que ha comprado anteriormente las últimas entregas de Call of Duty, acabará comprando la siguiente. Y que una persona que ha comprado todos los libros de Dan Brown, seguramente acabará comprando el último.

Pero el sistema, tal como lo explica el artículo del diario El mundo, parece tonto e incluso arriesgado. Estamos convencidos de que detrás de esta patente se esconde algo mucho más complejo, que ya tendrá en cuenta el sobreestock en el área de destino, y por tanto utilizará almacenes "intermedios" en áreas geográficas estratégicas. De lo contrario sería un caos de paquetes sin dueño.

Estos de Amazon nunca dejarán de sorprendernos.