Lo que quizás se le escape aquí al amigo Fede es que nadie necesita, y menos a estas alturas, un remedo bienintencionado pero demasiado cómplice ni de una obra maestra como Alien ni de su notable secuela (Aliens) porque a poco que intente replicar u homenajear de más estructura y desarrollo, va a mediar comparación. Y si eso ocurre puede darse por jodido.