Harrigan era un inspector de policía -eso si, muy curtido- y sin experiencia militar y derrotó a uno de los alienígenas más letales del universo. Esta vez con sus propias armas.

En PREY vemos a una chica que quiere entrenarse, ponerse a prueba a si misma, superarse ante la adversidad. Y lo consigue.

Me río con lo de la fragilidad masculina, pero en este caso no puedo evitar esbozar una sonrisa pensando en que en este caso no deja de tener razón.

Y si, el Dr. Malcolm tiene razón también. No sé qué versión habréis visto vosotros.