En uno de los capítulos que dieron por Cuatro el sábado, Marshall (esa especie de "Q" cabezón que les provée de gadgets para las misiones) les facilitó un brazalete que -si apretaban un botón- eliminaba el sonido ambiente, :ala ...así, ¡sin más explicaciones! :! :? :! Y no me refiero a que borrase grabaciones de audio o algo así, no!, Sydney colgando de una polea y dando gritos a su compañero para que la ayudara, pero... ¡silencio total! NO SE OÍA NADA en todo el recinto (era para evitar un dispositivo de alarma que detectaba sonidos a partir de 0`5 decibélios y bla,bla,bla...), como si hubiera desaparecido todo el oxígeno de la sala, que por cierto tenía el tamaño de una fabrica de la General Motors.

Cosas como ésta son las que me dejan la serie a la altura del betún. ¿Qué será lo siguiente?, ¿un mando a distancia que deje en pausa a los guardias? (porque la viabilidad técnica sería la misma, digo yo).

De verdad que no me explico como no cuidan estos detalles de guión, que dejan pésimo sabor de boca y que parecen más propios de las aventuras de Anacleto, Agente Secreto (y que además son una gilipollez innecesaria; la escena ya quedaba bien con lo de descolgarse del techo por no poder pisar el suelo, ...sin necesidad de cargarse el sentido común).