Después de verla ayer, la sensación es de decepción.

El gran problema, imposible de solventar, es que el guión no tiene sentido ni tampoco un coherencia narrativa clásica, sobretodo teniendo en cuenta el tipo de producto comercial que es Alatriste.

A eso se le suma algunos factores inexplicables, como la elección de Blanca Portillo o la escena del barco, cuya realización visual es indefendible.

En el lado positivo, me quedo con la actuación de Mortensen. Su manera de hablar no me fastidió en exceso. También hay algunas escenas de lucha con espadas que son entretenidas. Javier Cámara también me resultó convincente.

En resumen, una producción ambiciosa que falla en su base y que además se le nota la falta de mucho más dinero en producción para ser un verdadero espectáculo.