Le película está muy bien hecha, ha ido muy bien en taquilla para productores y director y me alegro mucho de ello. Viggo (Virgo, lo llamaban en Cádiz) está inmenso como Alatriste, y la mayor parte (no todos, a mi juicio, aunque sí buena parte de ellos) de los demás actores también. Algo que no se ha considerado a la hora de criticar la película es que por exigencias de los distribuidores se le cortó casi una hora de metraje, con los saltos y confusiones de montaje que eso supone. Eso desconcierta, claro. Y entorpece el discurso de la historia. Es interesante leer el guión, que está publicado, para comprobar que no todo pudo meterse en el montaje final. Pero las virtudes son muchas, y compensan. Hubo cosas que me gustaron mucho, otras me gustaron menos y alguna no me gustó en absoluto. Creo, y se lo dije ya durante el rodaje al director, que en Rocroi debía haber habido masas de infantería y muchísimos muertos por el suelo; pero él dirigía la película y esa era su opción. El lo veía así, y no tengo nada más que decir. También creo que la elección de algunos actores, incluso en su aspecto físico, no era la adecuada. En cambio, hay aciertos extraordinarios, actores inmensos y escenas magníficas. Copons, Malatesta, Garrote, Olivares, Guadalmedina, Quevedo, se salen literalmente de la pantalla. Pero nadie puede discutir que es una película bellísima, espectacular y desacostumbrada en el cine español, con una ambientación, vestuario, producción y empaque extraordinarios. Guste más a unos (a muchos les ha entusiasmado, recordad los cuatro millones de espectadores) o menos a otros, es indiscutible que esa película es dignísima y tenía que hacerse. Además, ha servido para que mucha gente que no conocía Alatriste se acercara al personaje. Otras cosas sobre las que hablaré algún día no tienen que ver directamente con la película, sino con la envidia y mala baba que ha levantado en la industria cinematográfica española, que no sólo no ayudó a que se hiciera, sino que hubo intentos serios de reventarla para que no se rodase nunca. Se hizo sin apoyo oficial ninguno, aunque luego todos se apuntaran para la foto. Pero de eso hablaré cuando lo estime oportuno, y ese momento no es éste. Baste por ahora con lo dicho.