AKIRA KUROSAWA (1910 – 1998)
Inicio un nuevo hilo de la serie “revisando sus películas” dedicado esta vez a uno de los grandes del cine clásico japonés. Sin duda, junto a Yasujiro Ozu y Kenji Mizoguchi (con permiso de Mikio Naruse y alguno más), Kurosawa es, ya desde su lejana participación con Rashomon en el Festival de Venecia de 1951, en el que ganó el León de Oro, y la consecución al año siguiente del Oscar, uno de los directores más alabados y populares del cine japonés en Occidente. Incluso creo que podemos decir, sin equivocarnos, que es el más conocido de todos ellos, el que parece conectar mejor con nuestra sensibilidad estética, hasta el punto de que más de una vez nos han llegado comentarios desde el Japón en los que se le considera “demasiado occidental” (algo de lo que se hacía eco hasta el mismísimo Martin Heidegger en una de sus obras).
Interesado desde niño por la pintura (y los caballos, presentes a menudo en sus films), admirador de Cézanne y Van Gogh (algo que se mostrará en, por ejemplo, Los sueños de Akira Kurosawa), nuestro director creció en el seno de una familia numerosa con reminiscencias del mundo de los samuráis: su padre era maestro en una escuela militar. No fue demasiado buen estudiante, pero la experiencia escolar le permitió conocer al que será su amigo y futuro guionista de algunos de sus primeros films: Keinosuke Uesuka.
Crecido todavía en la época del cine mudo, conocerá el mundo de los narradores (los benshi), como su propio hermano, cuatro años mayor (y que se suicidará con solo 27 años), personajes que comentaban de viva voz las películas durante su proyección. Luego, se vinculará a organizaciones de izquierda, como la Liga de Artistas Proletarios (en 1929), aunque poco a poco el Japón fue deslizándose hacia posiciones más conservadores e imperialistas.
Su aprendizaje en el cine empieza, paralelamente a la extensión del cine sonoro, en la PCL (Photo Chemical Laboratory), productora antecesora de la Toho, donde se inicia en labor de ayudante de dirección, en especial bajo la tutela de Kajiro Yamamoto (1902-1974), con el que rodará numerosos films, personaje al que rinde homenaje en su autobiografía considerándolo su gran maestro, aunque no solo trabajará con él, también con Naruse y otros. Kurosawa se dedicará tanto a la dirección de actores o a la elaboración de guiones como al montaje, por lo que cuando ruede su primer film años después habrá acumulado una amplia y variada experiencia.
En plena II Guerra Mundial, y después de ver como se le negaba la posibilidad de dirigir alguno de sus guiones, conseguirá debutar con Sugata Sanshiro, adaptación de una novela que acababa de publicarse.
Con ella empieza nuestro recorrido, inicialmente concentrado en producciones de la Toho, hasta El ángel ebrio, a partir de la cual Kurosawa irá pasando por diferentes productoras: Daiei, Shin Toho o Sochiku, volviendo a la Toho a partir de Vivir. Después de Barbarroja, se produce un cambio importante en su cine: se rompe la relación mantenida durante más de 15 años con Toshiro Mifune, protagonista casi todos sus films de El ángel ebrio a Barbarroja (solo "libra" en Vivir).
Después de una accidentada experiencia con el sistema de producción hollywoodiense en el rodaje de Tora! Tora! Tora!, y del fracaso de Dodes’ka-den (su primera película en color), Kurosawa, con graves problemas financieros y de salud, intenta suicidarse, afortunadamente sin éxito.
Su etapa final es bien conocida: vuelva a ver la luz con un film magistral rodado en la URSS, Dersu Uzala, y luego se vincula definitivamente a Occidente con la producción de films como Kagemusha o Ran, llegando incluso en su etapa final a rodar una película con la presencia de Richard Gere: Rapsodia en agosto, poniendo punto final a su filmografía con la emotiva Madadayo.
El programa de esta revisión lo componen sus 30 largometrajes:
01. La leyenda del gran judo (Sugata Sanshirô, 1943)
02. La más bella (Ichiban utsukushiku, 1944)
03. La nueva leyenda del gran judo (Zoku Sugata Sanshirô, 1945)
04. Los hombres que caminan sobre la cola del tigre (Tora no-o wo fumu otokotachi, 1945)
05. No añoro mi juventud (Waga seishun ni kuinashi, 1946)
06. Un domingo maravilloso (Subarashiki nichiyôbi, 1947)
07. El ángel ebrio (Yoidore tenshi, 1948)
08. Duelo silencioso (Shizukanaru kettô, 1949)
09. El perro rabioso (Nora inu, 1949)
10. Escándalo (Shûbun, 1950)
11. Rashomon (Rashômon, 1950)
12. El idiota (Hakuchi, 1951)
13. Vivir (Ikiru, 1952)
14. Los siete samuráis (Shichinin no samurai, 1954)
15. Crónica de un ser vivo (Ikimono no kiroku, 1955)
16. Trono de sangre (Kimonosu-jô, 1957)
17. Los bajos fondos (Donzoko, 1957)
18. La fortaleza escondida (Kakushi-toride no san-akunin, 1958)
19. Los canallas duermen en paz (Warui yatsu hodo yoku nemuru, 1960)
20. Yojimbo (Yôjinbô, 1961)
21. Sanjuro (Tsubaki Sanjûrô, 1962)
22. El infierno del odio (Tengoku to jigoku,1963)
23. Barbarroja (Akahige, 1965)
24. Dodes'ka-den (Dodesukaden, 1970)
25. Dersu Uzala (Dersu Uzala, 1975)
26. Kagemusha, la sombra del guerrero (Kagemusha, 1980)
27. Ran (Ran, 1985)
28. Los sueños de Akira Kurosawa (Konna Yume Wo Mita, 1990)
29. Rapsodia en agosto (Hachigatsu no rapusodi, 1991)
30. Madadayo (Mâdadayo, 1993)
Queda fuera la película Los que construyen el porvenir (Asu o tsukuru hitobito, 1946), film en el que se vio obligado a participar por imposición de la Toho, en un momento de gran conflictividad laboral justo después de la guerra. Kurosawa no solo no cita esta película en su autobiografía, sino que además declaró repetidas veces a lo largo de su vida que no la consideraba suya. Así por ejemplo se recoge en la monografía de Cátedra de Manuel Vidal Estévez: “No es una película que considere mía. Es una película -¿cómo diría yo?- es una película pedagógica del sindicato de la Toho. Hubo una gran huelga y la Toho y el sindicato nos obligaron a hacerla... ¡en tres semanas! Todavía hoy, cuando oigo un himno sindical, me duermo. La realizamos tres directores: Kajiro Yamamoto [su maestro], Hideo Sekigawa y yo. Cada uno de nosotros rodamos un episodio. Lo hicimos sin una noche de descanso. Es, por lo tanto, una película de encargo. ¡En absoluto la considero mía! Por lo demás, es un buen ejemplo para probar que un didactismo demasiado brutal es ineficaz. No existe otra película que haya tenido menos éxito” [publicado originalmente en Cahiers du Cinema en 1966]. De todas formas, si tengo la oportunidad de verla, cosa difícil por lo que parece, ya que solo se ha proyectado en escasas ocasiones, la comentaré como extra.
Si espero comentar, en cambio, como extra, Uma no uta (1970), el único trabajo para la televisión rodado por Kurosawa, un documental sobre uno de sus temas preferidos: los caballos, He encontrado una copia en la siguiente web: https://rarefilmm.com/2024/05/uma-no-uta-1970/ ).
Para terminar, cito algunos libros que pueden ser de interés para quien quiera documentarse de cara a esta revisión. Por supuesto, es recomendable leer la autobiografía de Kurosawa: “Autobiografía (o algo parecido)”, publicada por Fundamentos. Hay que advertir que solo comenta su vida hasta el éxito internacional de Rashomon (y una brevísima referencia a su siguiente film, El idiota). Un tercio del libro se centra en su infancia y primera juventud, luego habla extensamente de sus años de formación en el mundo del cine, para acabar revisando sus películas una a una.
Disponemos también de la típica monografía de Cátedra, escrita por Manuel Vidal Estévez (aunque al menos la edición que yo tengo, de 1992, solo llega hasta Rapsodia en agosto):
Por último, está editado en castellano un interesante y voluminoso libro de Stuart Galbraith IV (crítico e historiador del cine norteamericano, que puede que hayáis visto en alguno de los extras de las ediciones de A Contracorriente): “La vida y películas de Kurosawa y Mifune. El emperador y el lobo”, de T&B Editores (creo que queda claro quién es el emperador y quién el lobo).
Por supuesto, hay multitud de libros sobre Kurosawa, críticas de sus películas, ensayos y artículos en revistas especializadas, etc. Mucho donde bucear si uno quiere llevar a cabo una inmersión profunda sobre el maestro japonés. En todo caso, aquí intentaremos aportar un granito de arena más, sin ánimo de sentar cátedra, sino más bien de expresar nuestros opiniones, sean fruto de nuevas revisiones (en mi caso ya he visto más de una vez todas las 30 películas) o de primeros visionados. Cuento con la compañía asegurada de Alex (no sé si Alcaudón se dejará caer por aquí, que tiene muchos frentes abiertos ), pero por supuesto estáis invitados a participar si os apetece. La mecánica será la de siempre: para cada película iniciaré el comentario hacia finales de la semana correspondiente y a partir de entonces quien quiera puede publicar sus aportaciones sobre ese film. Intentaré respetar la frecuencia semanal (con alguna interrupción veraniega), pero eso no es impedimento para que se comente cualquier aspecto que se considere de interés sobre la obra de Kurosawa, aunque agradeceré que se mantenga cierto orden secuencial. Empezaremos, pues, con Sugata Sanshiro el jueves o viernes de la próxima semana.