Me he resistido a ir a esta proyección porque a priori la historia me importaba poco menos que nada. Deben partir de este principio.
Y debo admitir que ni la sinopsis que había podido leer ni el avance que había podido ver engañaba a nadie en absoluto. Dan exactamente lo que a priori ofrecen y nada más.
Dicho esto, debo decir que es una película que total y absolutamente se sostiene en la pericia de sus actores por mantener viva la historia, por hacer creíble a través de continuas discusiones comerciales (jefe de Nike - jefe de la sección de baloncesto - representante de Jordan - madre de Jordan). En este aspecto, es una película curiosamente anticinematográfica, una película que hace pivotar toda su historia en los continuos diálogos de los personajes, como si de una obra teatral se tratara. Tal es así, que incluso en una de las escenas emblemáticas de la película se llega
a interrumpir la proyección de un video para sustituirlo por un discurso improvisado, emitido (eso sí) con la máxima convicción por Matt Damon.
Fue una nota curiosa, pero bastante indicativa del tono "dialogante" de la película.
¿Quiere todo esto decir que es una mala película? Pues no. Se deja ver, se pueden ver los destellos de la calidad interpretativa que atesoran Matt Damon, Viola Davis o Chris Messina, pero poco más. No creo que pase a la historia ni que nadie la recuerde dentro de unos años, más allá de aquellas personas que estén muy interesadas por la historia del baloncesto americano, aunque no ayuda en este aspecto los absurdos ocultamientos de Michael Jordan, hechos de una manera bastante tosca.
Visto desde un punto visto no cinematográfico, es más bien una historia inane: cómo venderte de forma convincente lo importante que es para la historia que una marca deportiva se haya puesto a los pies de uno de los dioses de nuestra sociedad, lo haya hecho rico hasta una medida casi inimaginable, y todo esto pivote sobre unas zapatillas deportivas. Si lo veo fríamente, es una absoluta majadería, pero así es el cine a veces: te vende con paño de oro lo que sólo es mero latón. En ese aspecto, bien por Affleck; es capaz de venderte la mercancía y darle cierto aspecto de valor a pesar de que en ella no haya realmente nada. Hasta para eso se necesita talento.