es que es uno de los finales más tristes y demoledores de la historia del cine. La humanidad está extinguida por su propia estupidez y lo único que se acerca a un vestigio de lo que fue, es un niño robot que después de una busqueda milenaria, logra pasar un día con su ser más querido para a continuación verlo morir, y desaparecer.
"Detriments you call us? Detriments? Well, I want to remind you that it was detriments like us who build this bloody empire."</p>