Tema: A 47 metros (In the Deep, 2016, Johannes Roberts)

La película tiene una duración de una hora y media, lo cual es de agradecer ya que pasado cierto punto de la cinta sólo hay un decorado (con muy pocas variaciones) y de alargarse más de lo debido su duración, imagino que podría llegar a cansar y volverse muy repetitiva.

La película tiene tensión por saber en qué momento se va a producir un ataque, ya que la profundidad y la poca visibilidad del entorno ayudan a ello. Además de los tiburones, las protagonistas sufren más percances que también dan variedad al peligro para que no esté puramente basado en los escualos, como en otras películas como 127 horas o Enterrado, en las que a los protagonitas les pasa de todo, a pesar de estar atrapados.

En cuanto a lo del comportamiento realista de los tiburones, yo no soy experto, pero en alguna ocasión me sorprendió que las protagonistas sobrevivieran, pero sí que es cierto que no actúan como si fueran una máquina de matar o un humano con aletas.

No me ha parecido una obra maestra, pero como película del genero con una aproximación más realista está bien, y desde luego por su duración, vale la pena darle una oportunidad, si te gusta mucho el género.

En cuanto al final...

Spoiler:

...tal y como se había llevado el tiburón a la hermana no pensé que hubiera sobrevivido, me sorprendió cuando al rato reestablecieron la comunicación entre ellas. Desde luego el tiburón parece que la coge por la cabeza, y no por la pierna como se nos muestra luego, y sobre todo que la deje en paz luego, lo cual ya me debería de haber alertado. Tengo que decir que lo que me hizo pensar que pudiera ser cierto fue el truco de las bengalas, porque cuando las coge la cámara hace un primer plano de cómo se las mete en la mochila, dando a entender que serán más importantes más tarde, y cuando el tiburón la ataca todavía no se habían usado.

Precisamente la escena del encendido de las bengalas es de lo menos creibles (y también de lo más espectacular) de la película, todos esos tiburones rodéandolas, esperando. Lo que me alerto de que no iba por el buen camino fue que en la cubierta del barco estaban todos los hombres, cuando se supone que uno de ellos había muerto en el acantilado. Y efectivamente poco después nos damos cuenta de la trampa mezquina que nos ha tendido el director.

Realmente me queda la duda de si la protagonista se llega a salvar o si también muere. Cuando llega el equipo de rescate, ella sigue en estado de shock y realmente me da más la sensación de que fallece allí, y que los submarinistas son una especie de "ángeles" que la llevan al cierlo: creo que no llegan a hablar, no vuelve a salir un tiburón, y nunca se ve que lleguen a la superficie, sólo se les ve desde abajo ascendiendo hacia un sitio con mayor luz.