Lo primero de todo, volver a presentarme, porque hace ya bastantes años que dejé de ser usuario asiduo por aquí. Hubo un tiempo en el que participaba a diario en temas como éste, de salas y equipos, además de en cinefilia y ediciones en DVD.
Gracias a vosotros conseguí acabar mi sala no dedicada, y es una parte importante de la culpa de mi deserción, ya que en estos años me he dedicado a disfrutar del buen cine, sin preocuparme mucho de los avances tecnológicos y la actualización de mis equipos.
Pero más parte de culpa tiene el hecho de que he sido papá de dos retoños, y mi tiempo ha disminuido drásticamente y he tenido que cortar algunos 'vicios', entre ellos el pasarme por aquí asiduamente.
Pero estoy aquí de nuevo para contaros mi aventura de preparación de una sala semidedicada, ya que me he mudado recientemente a una casa más grande y dispongo de un sótano para estos menesteres. Y digo semidedicada, porque su función no va a ser exclusivamente el ver películas, también es una zona de juegos para los niños y, actualmente, y esto quiero cambiarlo poco a poco, me sirve también como una especie de trastero.
Así es como tengo ahora mismo el sótano, la pared de la izquierda es sobre la que proyeto.
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Vista trasera del proyector LG-AN110, que me está dando tantas satisfacciones... ¡Y que dure!
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Vista ampliada con los cachivaches, mi amplificador Denon, la PS3 y el Western Digital TV Live
Me he pasado bastante tiempo proyectando sobre la pared, ligeramente rugosa y de color amarillo/beige pálido. Eso sí, quedé impresionado por las dimensiones. ¡Casi tres metros de pantalla!
Esta foto es de las primeras pruebas que hice, hace algunos meses.
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Aquí ya coloqué los altavoces de forma provisional y empecé otra vez a disfrutar del cine a lo grande.